Nueva York/EFE — Un jurado de Nueva York declaró hoy culpable de homicidio a César Rodríguez, quien había sido acusado de ése y otros cargos en relación con la muerte de su hijastra Nixzmary Brown, de siete años de edad, ocurrida el 11 de enero de 2006.
Después de cuatro días de deliberaciones, el jurado de un tribunal de Brooklyn dio a conocer hoy su veredicto tras haber solicitado a la jueza Priscilla Hall en días anteriores que clarificase las definiciones de los cargos que afrontaba el hispano.
El jurado, formado por diez mujeres y dos hombres, finalmente decidió no condenar al padrastro de Nixzmary por asesinato en segundo grado, que era el delito más grave de que estaba acusado y que podía acarrearle una sentencia de cadena perpetua.
El cargo de homicidio premeditado contempla una condena de hasta 25 años de prisión.
El jurado había comenzado el pasado 16 de enero a conocer las pruebas que tenía la fiscalía en contra de Rodríguez, así como los argumentos de la defensa, que argumentó durante la vista que la verdadera autora de la muerte de la pequeña había sido su madre, quien está a la espera de ser juzgada.
La muerte de Nixzmary causó gran conmoción en Nueva York, por los abusos que sufrió y la brutalidad que emplearon los adultos contra ella y provocó una amplia revisión del trabajo que desarrollaban los servicios municipales de protección infantil.
En el momento de su muerte, Nixzmary sólo medía 45 pulgadas de estatura o poco más de un metro, y pesaba 36 libras (16,3 kilos), como un niño de cuatro años de edad, al tiempo que su cuerpo mostraba señales de un prolongado abuso, según las autoridades.
La pequeña fue hallada muerta en el apartamento en que residía la familia con graves heridas en la cabeza.
El 10 de enero de 2006, Rodríguez golpeó con fuerza a la niña por haberse comido un yogur y la responsabilizó de haber estropeado una impresora, la metió en una bañera y sumergió su cabeza bajo el chorro de agua fría, según alegaron las autoridades.
Rodríguez, de 29 años de edad, admitió que golpeaba de forma habitual a la pequeña, aunque alegó que él no había propinado el golpe que acabó con la vida de Nixzmary, sino su madre, Nixzaliz Santiago.
Durante el juicio se resaltaron las duras condiciones en que vivía la niña y que hacía presagiar, según la fiscalía, que podía llegarse a un final trágico, como ocurrió.
La víctima era atada a una silla de forma rutinaria y recibía golpes con una correa y puñetazos, entre otros malos tratos.
Durante la investigación se descubrió además que a la niña la encerraban en una habitación, donde se hallaron colchones sucios, un radiador quebrado y la silla a la que era atada.
También se supo que la niña no era alimentada de forma conveniente y que se había ausentado de la escuela por más de un mes.
Después de ser arrestado, Rodríguez confesó que tras golpear a la niña la dejó en el suelo y pidió a la madre que la dejara sola por un tiempo.
La defensa trató de mostrar que la víctima en realidad era una niña problemática que molestaba a sus hermanos y que Rodríguez era un hombre con un estricto sentido de la disciplina.
Rodríguez ha sido también hallado culpable de otros cargos que afrontaba, relacionados con los malos tratos que sufrió la pequeña y y uso de objetos contundentes para lastimarla.
Nixzalis Santiago, también de 29, enfrentará su propio juicio en un futuro en relación con la muerte de su hija.
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