Pachico Tejada
Listin Diario
Punta Cana
La primera edición de verano del Dominican Republic Jazz Festival, que tuvo lugar este sábado en Los Establos, de Cap Cana, trajo una noche en la que el sabor del jazz hecho por artistas cibaeños fue el punto alto.
Esto porque El Prodigio, quien nació en Cabrera, municipio de Nagua, llegó con su banda, pero reforzado por el santiaguero Rafelito Mirabal y por el también naguero, Sandy Gabriel.
Esa mezcla que sabe hacer Krency García, nombre real del acordeonista, de merengue típico con elementos del jazz fue la propuesta que trajo a un escenario que se estrenaba con este festival que se desarrolla cada año en noviembre en Puerto Plata.
Esta parte, que abrió con “El cadete e´ un tiguere”, de Rafelito Mirabal, estuvo matizada por temas de Luis Días (“Liborio”, “Ella me vivía” y “El guardia del arsenal”), merengues tradicionales (“Los algodones”, “Juanita Morel”), que en la parte final pusieron a muchos de los presentes a bailar, y composiciones de El Prodigio (“Periblues”).
Pero este concierto, en el que también participaron la baterista Terri Lyne Carrington y su quinteto y el Berklee Global Jazz Institute, es la forma en la que este evento amplía su radio de acción llevando del norte del país al este, las presentaciones de los músicos locales e internacionales.
Los “duelos” entre el saxo de Sandy Gabriel y el acordeón de El Prodigio en algunos de los temas que integraron el repertorio fueron de los elementos más aplaudidos por la audiencia.
Antes de la parte dominicana, Terri Lyne Carrington y su quinteto, había puesto la parte más “dura” del concierto con una mezcla densa de jazz con elementos secuenciados realizados y electrónicos y “trance”, a cargo de la DJ Val Jeanty.
Esta parte se trató de un tributo que la baterista ofreció a la pianista de jazz, Geri Allen, también profesora de música fallecida en junio de 2017.
Integrada además de la mencionada dj, por Ingrid Jensen, en la trompeta; Kenny Davis, en el bajo e Ian Fink, en el piano, en esta parte todos los músicos tuvieron su momento de brillo, algunos en los solos que acostumbran hacer los integrantes de las bandas de jazz.
La velada fue iniciada por el grupo de estudiantes del Berklee Global Jazz Institute, quienes presentaron un repertorio en el que integraron temas latinoamericanos, con arreglos propios, como “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, así como también temas compuestos por los integrantes.
En la parte final de su participación tuvieron como invitado al saxofonista Marco Pignataro, quien junto al grupo tocó “Por amor”, de Rafael Solano.
Un elemento que acompañó la noche fue un insistente aguacero que vivió la zona desde horas antes de que el espectáculo tuviera lugar. Pero el escenario estaba listo y los músicos también y esta manifestación de la naturaleza no impidió que se desarrollara, ya que la tarima, que como siempre tuvo como decoración las pinturas de Adolfo Faringthon, tenía techo, para los músicos y para una buena parte del público.