Por Humberto Olivieras
El caso Johnny Pacheco
Ahora que dentro de pocos días se llevara a cabo en Santo Domingo la premiación artística “Casandra Damirón”, algunas crónicas hablan de que entre otras figuras el músico de origen dominicano radicado en Nueva York, Johnny Pacheco, ya debió de haber recibido el máximo galardón del evento denominado El Soberano.
Estamos totalmente de acuerdo en que a pesar de los inmensos méritos de Juan Luís Guerra, no debió de haber sido escogido por tres ocasiones para ser objeto de ese gran homenaje, sino que lo prudente hubiera sido distinguir con el mismo a otros personajes.
En cuanto a Johnny Pacheco, no creemos que sea merecedor de El Soberano, ni de ningún otro reconocimiento por parte de los dominicanos. Llegado a los Estados Unidos siendo un joven músico, nunca se identificó con su comunidad,. Y eso a tal nivel que sus mismos compatriotas, lo creían puertorriqueño. ¡Exactamente la creencia que éstos tenían de él.
Hasta la década de los noventas la comunidad dominicana en Nueva York, la mayor en el exterior, tenía perentoriedad de tener a quien la representara, a quien la simbolizara, a quien de alguna forma sintetizara sus valores. De ahí que recurrieran a los boricuas para todos sus asuntos.
Pacheco se mantuvo ajeno a todo lo que oliera a dominicanismo. ¡Quién sabes si le avergonzaba la identificación! Era una actitud si no común, no del todo extraña entre muchos por el desvalimiento en que estábamos. Por eso, rendirle un homenaje a este hombre es desvalorizar la dignidad dominicana.
Brad Pitt en el Congreso
Hay que darle mucho crédito a Brad Pitt por ser un magnifico actor y un gran gestor de obras humanitarias junto a su esposa, la bella y gran actriz Angelina Jolie
Pero nos llama la atención el hecho que la presencia reciente de él en el Congreso norteamericano, produjera una especie de conmoción entre sus miembros. Si eso ocurriese en otro país uno se lo explicaría por aquello de ´estrella de Hollywood´, pero dentro de los Estados Unidos y entre líderes políticos, es asunto que mueve a reflexión.
¿Realmente es tan grandioso un Brad Pitt en la actuación, tan sumamente talentoso, tan excepcional, o que aparte de las cualidades artísticas que le distinguen en gran medida es un producto mediático?
