
Por Miguel Díaz Román/ mdiaz2@elnuevodia.com
Vestido con un traje anaranjado de presidiario y protegido con un chaleco antibalas, Ryan Brunn, quien tiene 20 años de edad y es el único sospechoso del brutal asesinato de la niña puertorriqueña Jorelys Galarza Rivera, compareció esta tarde a la Corte Superior del Condado Cherokee, en el estado de Georgia.
Durante la vista, le fueron leídos los cargos que pesan en su contra, que son asesinato y ofrecer falso testimonio a las autoridades, según una nota publicada en la edición electrónica del diario Atlanta Journal Constitution, de Georgia.
Brunn le dijo al juez Frank Mills que solo estudió hasta el grado 10 y que no tenía familiares presentes en la sala.
El joven acusado se sentó junto a dos abogados de la oficina del defensor público que por orden del tribunal deberán asumir la defensa del acusado.
Brunn, quien se desempeñaba como empleado de mantenimiento del residencial River Ridge, donde vivía y apareció muerta Jorelys, mostró poca emoción cuando los cargos en su contra fueron leídos en sala. La fiscalía sostuvo que se podrían presentar cargos adicionales contra Brunn.
El joven está acusado de amordazar, atar, violar, golpear y apuñalar a Jorelys antes de arrojar su cuerpo en un compactador de basura en el residencial River Ridge, donde trabajaba desde principios del pasado mes de noviembre.
El cuerpo de Jorelys fue hallado el lunes. Ella había estado desaparecido desde el viernes a las 5:00 de la tarde. Los investigadores de la Policía de Georgia dicen que el mismo viernes Brunn la mató en un apartamento vacío que está ubicado muy cerca del apartamento donde vivía la niña junto a su madre y dos hermanas.