Todos están preocupados por su salud, los excesos que ha cometido con el alcohol, además de los problemas que está teniendo por las jornadas de rodaje de la película en la que interpreta a Liz Taylor, están pasando factura a Lindsay Lohan.
La actriz ha posado para su amigo, el polémico fotógrafo Terry Richardson, con una pistola metida en la boca y apuntando a la sien simulando un suicidio, todos los medios se han escandalizado por estas imagenes. Y es que Lindsay lleva meses tonteando con la muerte, después de varias borracheras y de un accidente de tráfico, ahora posa con un arma en la boca.
La sesión de fotos se realizó en el exclusivo hotel de Hollywood «Chateau marmont» y en ellas Lindsay aparece muy desmejorada, tumbada en la cama, en ropa interior, fumando.
