Mientras el cantante y compositor Diómedes, del grupo Mío, le ha entrado “como a la conga” a los mamberos al señalar que estos han frenado la proyección del merengue; su esposa, la flamante presidenta de Acroarte, Marivell Contreras, ha afirmado que propondrá nuevamente que se incluya a los merengueros de calle en una categoría de música urbana en los premios Casandra.
Sostiene Contreras, quien no se deja arropar solo por la estética y la poesía como buena escritora que es, que la gente del mambo violento, entiéndase Omega, El Cata, Silvio Mora, El Sujeto y demás, son fenómenos de popularidad y muy bien debieran estar en la carrera por el Casandra.
Ironías de la vida, ¿verdad? pero se reconoce como algo muy válido que aunque exista entre Marivell y Diómedes una relación conyugal, en materia de criterios cada quien tiene su propia independencia y que de ninguna manera hay una ingerencia de uno sobre el otro.
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