New York, (SL) -Luego
de la separación de Michael Miguel y Alberto Bernabé, se pensó que la
guerra entre ambos sería sin tregua, por entenderse que si bien es
cierto que Michael Miguel es el presentador #1 en el país, también hay
que reconocer que Bebeto como productor es de armas a tomar,
independientemente de que en esta nueva etapa no ha tenido mejor suerte.
A nuestro juicio el factor principal que adversa el crecimiento de “El Poder de las 12″ y de todos los programas que se transmiten desde el Súper Canal Caribe, es la falta de apoyo por parte de los propietarios del canal, quienes parecen no estar interesados en competir y prefieren percibir unos ingresos garantizados al menor esfuerzo posible, sin importarles el malograr la imagen del canal y el crecimiento de sus productores.
A nuestro juicio el factor principal que adversa el crecimiento de “El Poder de las 12″ y de todos los programas que se transmiten desde el Súper Canal Caribe, es la falta de apoyo por parte de los propietarios del canal, quienes parecen no estar interesados en competir y prefieren percibir unos ingresos garantizados al menor esfuerzo posible, sin importarles el malograr la imagen del canal y el crecimiento de sus productores.
En “Súper Canal Caribe” no existe al momento un sólo programa
con real incidencia en la comunidad ultramar, a diferencia de años
anteriores, cuando con orgullo anunciaban ser los pioneros y se auto
calificaban como “La señal que nos une”
Hoy sólo quedan fotos, videos y recuerdos de lo que el ciclón
Telemicro se llevó, bajo el mando del Sr. Gómez Díaz que ha demostrado
no escatimar esfuerzo ni recursos para hacer crecer una institución que
en territorio norte americano le hace la competencia a las grandes
cadenas internacionales de televisión hispanas.
Pero en el caso especifico de “El Poder de las 12″ la falta de
un animador con la chispa y carisma de un Michael Miguel, ha hecho que a
Bebeto, le haya quedado grande la yegua y hoy abandonado por la mayoría
de sus antiguos colaboradores, se desintegra a su expresión mínima, en
un show, cuya conducción da la impresión de ser un programa de radio
transmitido por televisión.
Pueda y sus presentadores sean profesionalmente buenos, pero
ninguno ha podido conectar con el público, considerando además que las
múltiples y repentinas intervenciones en off de Bebeto, le resta
creatividad, libertad e interrumpe su trabajo, como si al final quisiera
evitar surja un líder carismático dentro de su propio programa. Por: Agustín de la Cruz (SoyLatino.net)